Mucho más allá de ser una meta global definida por la ONU en su quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), la Equidad de Género trasciende una perspectiva de transformación social. Cuando hablamos de mujeres en posiciones estratégicas dentro de las organizaciones, también estamos hablando de RESULTADOS (¡y este es un lenguaje que el mercado entiende muy bien!).

Según la propia ONU, las empresas con mujeres líderes tienen resultados hasta un 20% mejores. Para llegar a esta conclusión, el informe presentado por ellos analizó más de 70 mil empresas en 13 países diferentes. Los encuestados informaron ganancias en productividad, rentabilidad, creatividad e innovación en equipos con mayor diversidad de género. Además, el 57% de los encuestados dijo que vio mejoras en la reputación, es decir, en la imagen pública de la empresa.

La Directora del Departamento de Actividades para los Empleadores de la OIT, Deborah France-Massin, dice que “el estudio es claro: las empresas deberían considerar el equilibrio de género como un tema básico, no solo como un tema de recursos humanos”, después de todo, la mayoría Las empresas que adoptan la diversidad han informado de un crecimiento del 10 % al 15 % en sus ingresos.

¡Bingo! Cuando hablamos de rentabilidad, finalmente llamamos su atención. Pero quizás te estés preguntando: ¿de dónde vienen estos resultados?

En una encuesta global de 64.000 personas, el 66% está de acuerdo en que “el mundo sería mejor si los hombres pensaran más como mujeres”. Fuente: John Gerzema y Michael D’Antonio, The Athena Doctrine: How Women (and the Men Who Think Like Them) Will Rule The Future, San Francisco, CA: Jossey-Bass, 2013.

“Cuando hablamos de liderazgo femenino, es importante tener cuidado de no reproducir la imagen estereotipada de que son ‘más sensibles e intuitivas’. Estamos hablando de algo mucho más profundo que eso. Desde la infancia, ya sea en la escuela o en la vida familiar, se suele alentar a las mujeres a desarrollar características relacionadas con la comunicación y la flexibilidad”. dice Halina Valdívia de Matos, profesora de la disciplina Liderazgo y Equipos en el curso de Administración de Ibmec en São Paulo.

Las mujeres en puestos de liderazgo mostraron más eficiencia durante la crisis sanitaria que afectó a prácticamente todas las empresas, ya que presentaron resultados más positivos y contribuyeron de manera más significativa al compromiso de los trabajadores, principalmente debido al uso de habilidades interpersonales, las llamadas habilidades blandas, tales como colaboración, trabajo en equipo y motivación. Las habilidades socioemocionales construyen un arsenal de nuevas herramientas que mejoran las relaciones en las organizaciones. De esta forma, es posible conectarse mejor con los demás, establecer confianza y evitar o minimizar los conflictos. Según el Diversity Matters Survey, realizado por McKinsey, no se trata de una relación de causa-efecto, sino de un desencadenamiento de consecuencias:

• Mayor atracción de talento
• Más comprensión/enfoque en el cliente
• Más satisfacción del equipo
• Más asertividad en las decisiones

Y las ganancias no se limitan a los avances en liderazgo, cultura, compromiso y relaciones interpersonales. Las empresas que están más abiertas a la diversidad (de todo tipo) también tienden a ser más INNOVADORAS, después de todo, cuantas más perspectivas diferentes tengamos = más reventamos la burbuja = más fomentamos la innovación = más generamos crecimiento. El estudio “Getting to Equal 2019: Creando una cultura que impulsa la innovación” de Accenture muestra que, en comparación con las empresas con un bajo grado de diversidad, las empresas más diversificadas tienen una cultura de innovación un 600% mayor.

Y cuando el mercado comienza a ver todo esto, ¡comienza a transformarse! No sirve de nada lanzar a estas mujeres a estas posiciones como una catapulta, sin antes preparar el terreno para los desafíos que se avecinan, ¡por dentro y por fuera!

Además de capacitarlos, empoderarlos y presentar formas de posicionarse, es necesario fomentar un ambiente respetuoso e inclusivo para todos.

Por eso, cuando hablamos del Día Internacional de la Mujer o celebramos logros, estamos hablando de algo que va mucho más allá de celebrar hitos importantes o valorar a las mujeres que amamos: estamos hablando principalmente de (re)aprendizaje.

Volver a aprender a posicionarnos – como mujeres en los entornos en los que estamos

Vuelva a aprender cómo tratar a otras mujeres, tanto para hombres como para mujeres.

Volver a aprender a observar situaciones y mantenernos más alerta para no reproducir comportamientos que ya no encajan.

Y como todo aprendizaje, cada uno a su tiempo, cada uno a su manera.

Pero siempre avanzando. Siempre evolucionando.

Y sin duda, cosecharemos los frutos de todo esto.